EDUCAR A PENSADORES LIBRES
Si dejásemos de ver a nuestros males como
derivados de los actos de los otros, de nuestra mala suerte o de nuestra
incompetencia, es decir, si limpiásemos nuestra mirada de juicios y
victimismos, se levantaría la niebla de los pensamientos-reacción que mantiene
la ceguera que alimenta nuestros dramas, y empezaríamos a ver realmente que lo
que tenemos delante no es más que la consecuencia de nuestras creencias y los
pensamientos que en ellas generamos.
Ver
en las creencias las "cajas de nuestros pensamientos" es el primer
paso para no quedar encerrados en ellas. Saber pensar empieza por conocer los
límites que damos a nuestros pensamientos. Mientras en nuestra educación no se
enseñe esto estaremos condicionados por nuestras creencias, y nuestro
pensamiento no será verdaderamente nuestro: pienso luego me encierro.
La educación en autoridades exteriores ,
es decir, la que no contempla el observar nuestro mundo interior a la vez que
vamos aprendiendo, no alimenta un pensamiento libre, sino cautivo de las
creencias imperantes en nuestra cultura y familia: es la educación que crea
súbditos y no ciudadanos libres. No tiene sentido seguir educando sin enseñar
cómo tiene lugar el proceso de nuestros pensamientos. Los educadores que
empiecen a solucionar esta enorme limitación en nuestra enseñanza estarán
sembrando semillas para una nueva humanidad, cuyo destino puede llegar mucho
más lejos que los más atrevidos y soñados horizontes.
¿Qué te parece, querido lector, empezar a
palpar las paredes de las "cajas" desde las que piensas ...? Digo
palpar porque nuestra vista, por educación, no está preparada para verlas, así
que empezaremos actuando como lo haría un ciego para moverse por una habitación
que desconoce: empleando un sentido que sí le funcione. A propósito de esto te
voy a dejar con una pregunta inquietante, de esas que hacen que nuestra
curiosidad nos haga traspasar nuestros propios límites: ¿cuál crees tú que puede ser el sentido que
sustituya a la visión que te dio tu educación ...?
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Yo "creo" que mi educación me sirvió de contraste. Todo lo que viví es justamente lo contrario de lo que aplico en mi vida como adulta y en la educación de mis hijas. Felicidades por el blog! Núria
ResponderEliminaruff que fuerte no puedo ni concebir sentirlas diferente...lo estoy intentando,te seguire leyendo..gracias
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