EL PODER DEL FUTURO, UN VALOR EDUCATIVO ESENCIAL
La
presencia no consiste simplemente en buscar nuestra seguridad en un presente
atado al sufrimiento de un pasado y esclavo de las expectativas de un futuro.
La
auténtica presencia, dinámica y creadora, integra todos los tiempos desde la
sabiduría, sabe que un creador no puede
actuar libremente sin la experiencia del pasado y los sueños del futuro
Hasta
ahora hemos educado haciendo una extrapolación del pasado hacia el futuro,
proyectando por tanto en él los viejos
problemas, procurando, eso sí, que nuestros alumnos e hijos tuviesen las
mejores oportunidades en ese futuro secuestrado. En el fondo, no los hemos
contemplado como seres capaces de crear una nueva humanidad, tal vez porque,
como dice Ken Robinson , en la escuela mataron nuestra creatividad, y no es
posible enseñar algo sin poseerlo, sin encarnarlo, tan solo lograríamos que las
nuevas generaciones tuviesen una idea intelectual de la creatividad.
Si
queremos despertar en nuestros hijos y alumnos el poder del futuro, el hacerles
sentir los creadores del mismo, hemos de intentar hacer resucitar la
creatividad en nosotros; el camino más sencillo es encontrar tiempo en el
discurrir diario para hacer cosas que verdaderamente nos apasionen, la
creatividad siempre es seducida por una pasión auténtica, de corazón, que no hay que confundir con meras
necesidades del ego.
Una vez
confiemos en nuestra creatividad y la practiquemos cotidianamente, pese a quien
pese, nuestra mente nutrida por ella empezará a abrirse como una flor hacia la
luz de nuestro corazón, en esa luz están codificados nuestros sueños, esos que
darán un aroma único y propio a nuestras acciones.
Llegados a
este punto nuestra labor como educadores se basará en nuestra esencia, no estará supeditada ni a
autoridades ni a expectativas sobre el futuro. Desde la pureza de esta mirada,
podremos ver a los hijos y alumnos sin la necesidad de querer amoldarlos a
nada, así, sin las cadenas de nuestros juicios, podrán encontrar su propio
aroma y, como educadores, sentiremos la mayor de las libertades: no hacernos responsables de su futuro, algo
que como seres creadores siempre les ha pertenecido.
Si
ayudamos a las nuevas generaciones a descubrir sus sueños, los que muestran su
propio aroma, sin lugar a duda construirán un futuro en el que podrán reconocerse a ellos mismos y
una humanidad que sentirán como su hogar, algo que nosotros mismos tenemos
pendiente, ¿Qué te parece ayudarlos en esta tarea, sentir nosotros también el
poder del futuro …?
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Siii, educadores ayudando a las nuevas generaciones a descubrir sus sueños.
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