EDUCANDO MÁS ALLÁ DE LAS AUTORIDADES: LOS ALUMNOS COMO ASTROS CON LUZ PROPIA
Un firmamento plagado de
estrellas hacía de la serena noche un espectáculo sin igual, era inevitable
sentir el mismo milagro de la vida en aquellas lucecitas, que centelleaban como
cuando un ojo nos indica con sus guiños que hay más de lo que vemos, que tras
lo habitual hay una aventura que desvelar … El espectáculo hacía sentir a quien
lo contemplara partícipe de los mayores secretos del universo … lo ilógico
gozaba de sabiduría cuando la razón hablaba de lo lejano de las estrellas y en
cambio el corazón las sentía próximas. El tiempo parecía pararse para no
perderse ni un ápice de belleza, la armonía tocaba sus notas en el silencio,
impregnando todo de su esencia. De repente, un seco ruido dirige todas las
miradas hacia la puerta, un gran chorro de luz lo inunda todo, ocultando las
estrellas a su paso… ha amanecido en clase: el profesor entra sosteniendo en
sus manos el libro de texto.
Esta escena ocurre
constantemente en nuestras aulas sin que nos percatemos de ella, pues nuestra
educación hace mucho tiempo que ocultó nuestra propia luz y que nos llevó de
estrellas a planetas, astros sin luz propia que orbitan el sol de lo que
nuestra cultura en un momento determinado de su historia considera importante:
es la educación en autoridades.
No es lo mismo ser súbdito de
una cultura que ser su creador. Nuestros
libros de texto y nuestra forma de proceder con ellos sitúan al alumno como
sirviente de su cultura, por eso los creativos son unos pocos a los que les otorgamos
el distintivo de genios. Es obvio que el niño antes de escolarizarse aprende
las cosas sin esfuerzo y a una mayor velocidad, pensemos simplemente en cómo
aprendemos de niños uno o varios idiomas: nos basta escucharlos. El niño los
aprende desde su propio espíritu científico, como muchas otras cosas. Aprender
sin movimiento interior por parte del alumno, es decir sin contar con él como
un astro con luz propia, indefectiblemente nos conduce a una educación de la
imposición, en la que se acepta como principio motor el esfuerzo y la fuerza de
voluntad, pero ante esto surge una pregunta inquietante: ¿por qué hemos de
emplear fuerza para hacer uso de algo que nos pertenece: nuestra propia
voluntad …? Antes de escolarizarnos aprendemos voluntariamente sin el empleo de
ninguna fuerza. Está claro que los docentes somos los primeros que necesitamos
de esa fuerza para cumplir con las labores que no nos apasionan en nuestro
trabajo cotidiano. Ha llegado el momento de replantearnos, como educadores, el
buscar nuestra propia luz y el aprender a entrar en clase sin apagar las luces
de nuestros alumnos. La experiencia educativa “Entre maestros”, basada en la
mirada pedagógica de “Educar empoderando”, ha pretendido mostrar que el camino
está abierto, si bien requiere del educador que empiece a hacer del
autoconocimiento su herramienta docente fundamental. En la película-documental
se puede apreciar el proceso que el profesor hace para ir llevando al ocaso al
sol de la autoridad que representa y conseguir, así, que sus alumnos puedan
reconocer su propia luz. El profesor, lejos de quedar desautorizado, va ganando
en presencia, a la par que sus alumnos.
La consecuencia de una
educación en autoridades es una sociedad cientifista, que renuncia al espíritu
científico con el que nacieron sus ciudadanos.
Si queremos educar a personas auténticamente libres, capaces de sentirse
creadoras de su futuro, es necesario desplegar el espíritu científico en
nuestras escuelas y hogares, para ello debemos librarnos del aprendizaje
piramidal que supone situar a nuestros hijos y alumnos por debajo de otros
ciudadanos: las autoridades. Hay que crear un ambiente en clase en el que los
alumnos puedan reconocer su propia sabiduría y la de sus compañeros, en el que
citarse entre ellos, entre iguales, sea algo cotidiano, en el que lo vivido en
el aula no sea inferior a lo narrado en los libros de texto.
Artículo publicado en el nº2 -octubre del 2014-de la revista "E-DUCACEP", editada por el C.E.P de Bollullos- Valverde (Formación del profesorado de la Junta de Andalucía) . Se puede leer la publicación entera en:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario