TRASCENDER LA AUTORIDAD DEL EDUCADOR: UN PRIMER PASO HACIA UNA HUMANIDAD SABIA
Cuando
miramos a un maestro como una autoridad le estamos cediendo nuestro poder de
aprender creativamente, nos estamos cerrando el paso a convertirnos en nuestros
propios maestros. Un maestro, de corazón, ha de ayudarnos a conectar con
nuestra propia sabiduría y por lo tanto ha de saber que sólo puede ser nuestro
maestro durante este proceso, cuando su función acaba ha de liberar a su
antiguo alumno de mirarle como su fuente de conocimiento: el maestro apaga su
luz como tal para que su alumno sienta su propio brillo.
La educación en autoridades, es decir la
instrucción, somete a la persona a lo que su cultura y familia consideran
importante, ahogando su creatividad y en general la conexión con su mundo
interior. La educación sin autoridades coloca al alumno en el centro en vez de
al conocimiento, justo por eso el alumno puede despertar a su propia sabiduría.
La creación de una humanidad sabia requiere de la preparación de educadores que
aprendan a cambiar su autoridad por su presencia, ya que sólo desde la
presencia se puede conmover, llegar a la propia esencia del alumno e invitarla
a aflorar.
Te preguntarás, querido lector, cómo
iniciar este camino de ir dejando autoridad y ganando presencia. La mirada
pedagógica “Educar empoderando” propone formas de iniciar estos primeros pasos
hacia la instauración de nuestra presencia
en el ego, o lo que es lo mismo: el empoderamiento del mismo ego conectándolo
conscientemente con nuestra esencia.
Como aperitivo a este camino te dejo con mi ponencia, en la Jornadas “Educar
para Ser” celebradas en Almansa,
titulada: “Educar a astros con luz
propia: trascendiendo la educación en autoridades”; en ella te explico cómo
empecé mi propio camino, las pistas en él a veces son muy sutiles …
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