Ser o no ser no es la cuestión, la cuestión es que nuestro ego esté estructurado en unas creencias que sean transparentes a nuestro ser, entonces dejaremos de sentirnos divididos por dentro y de competir por fuera.
No es posible una humanidad unida si no lo estamos cada uno en nuestro interior, por eso, la educación del futuro ha de caminar hacia una pedagogía del interior, es decir, hacia el autoconocimiento; tenemos ante nosotros una segunda alfabetización: la de conócete a ti mismo. Para comenzar a andarla hace falta una nueva generación de maestros, que entienda que educación y crecimiento personal son dos cosas inseparables. Estos educadores se han de convertir en exploradores e investigadores de nuevos conocimientos, pudiendo de esta manera, con su propio ejemplo, despertar el espíritu científico en sus alumnos e hijos, la mera transmisión del método científico ya no basta.
¡Nuevos retos para reencantar la educación! No importa la edad del educador, pues esta enseñanza nace del corazón, que vive más allá del tiempo lineal. La nueva generación de maestros no se refiere meramente a personas jóvenes, sino a educadores capaces de soñar en una nueva humanidad que aprenda a vivir desde el corazón y, por lo tanto, en la abundancia ¿Te apuntas ...? No hace falta ni siquiera que seas docente o padre, ya cuentas con alumno o hijo: tú mismo; reeducarse es el primer paso.
Enseñar a vivir desde el corazón pasa por educar desde la alegría |
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